Cuando hablamos de infertilidad, generalmente la vemos como una patología en sí y a veces se quiere tratar la infertilidad cuando en realidad es una consecuencia de algo más que está pasando. Si un cuerpo lo tratas bien en todo aspecto, como nutrición, ejercicio, bajo estrés, buen sueño, buena digestión, buenas emociones, buenos hábitos en general, seguramente será un cuerpo fértil. Sin embargo, es importante considerar que existen muchas enfermedades que pueden dificultar mucho lograr un embarazo y hay que considerarlas en el proceso de evaluación de toda pareja que desea embarazarse. Entre estas enfermedades están las siguientes:

Endometriosis

Se denomina endometriosis al problema por el cual el endometrio, compuesto de células que se encargan de revestir la cavidad uterina, crece fuera del útero. Esta es una de las causas de infertilidad más frecuentes; alrededor de la mitad de los casos de dificultades para concebir se relacionan a este problema.

Hay distintas hipótesis sobre por qué esta enfermedad provoca infertilidad en el 40% de las mujeres que la padecen. Dado que no hay certezas al respecto, se puede generalizar diciendo que el crecimiento anómalo acaba por obstruir y dificultar alguna de las distintas instancias del proceso reproductivo.

Síndrome del ovario poliquístico

El síndrome del ovario poliquístico (PCOS) es la segunda causa de infertilidad más frecuente. Este fenómeno acontece cuando se producen más andrógenos de los necesarios y se correlaciona con problemas en el metabolismo de los carbohidratos.  Los andrógenos son hormonas cuya presencia en alto número impide el desarrollo normal de los folículos ováricos y, consecuentemente, con la ovulación.

A partir de esto, los sacos o folículos se llenan de líquido y quedan dentro de los ovarios. El PCOS es muy frecuente en las mujeres; la cifra estimativa indica que el 10% de las mujeres en edad reproductiva lo padecen.

El PCOS afecta la fertilidad pero, además, puede provocar otras enfermedades como hipertensión, diabetes o cardiopatías. Uno de los síntomas más comunes es que muchas veces no alcanzan a ovular, por lo que no se produce la menstruación. Por otra parte,el exceso de vello, la obesidad o el acné pueden ser algunos efectos colaterales.

Falla ovárica prematura

Esta patología recibe también el nombre de menopausia precoz. La singularidad está en el cese en la producción de hormonas y el agotamiento de los óvulos a una edad temprana.

Un síntoma frecuente es la amenorrea (ausencia de regla), que comienza con ciclos cada vez más espaciados. Este trastorno no posee tratamiento; sin embargo, es posible lograr un embarazo mediante fecundación in vitro o donación de óvulos. En realidad, un 10% de quienes padecen falla ovárica prematura puede lograr un embarazo sin ayuda externa.

Fibromas uterinos (miomas)

Se trata de tumores no cancerígenos que se desarrollan en el útero. Los fibromas uterinos varían en cuanto a ubicación específica y tamaño; es una de las enfermedades que influyen en la fertilidad más frecuentemente.

Alrededor del 5% de los casos de dificultad para concebir un embarazo tienen su causa en esta patología. Si bien se desconoce aún el motivo por el cual se generan los fibromas, lo más probable es que estén ligados a una base genética.

Dependiendo del tamaño y la ubicación, estos fibromas pueden afectar el espacio en el útero o dentro de este, lo que dificulta la implantación adecuada. 

Otras causas y enfermedades que influyen en la fertilidad

Además de las ya citadas, hay un buen número de causas que pueden tener una influencia decisiva para la infertilidad:

  • Incapacidad para ovular: Puede ser por falla ovárica prematura, ovarios poliquísticos, envejecimiento, trastornos endócrinos.
  • Hiperprolactinemia: Se asocia a trastornos en la glándula hipófisis que alteran la producción de la hormona prolactina.
  • Enfermedad de tiroides: Hipotiroidismo e hipertiroidismo.
  • Trastornos en las glándulas suprarrenales.
  • Consumo de tabaco.
  • Problemas estructurales: Patologías del sistema reproductivo, como la presencia anómala de tejido en las trompas de Falopio.
  • Infecciones: La más frecuente es la clamidia; suelen ser adquiridas por transmisión sexual.
  • Trastornos autoinmunes.
  • La implantación fallida y las enfermedades autoinmunes también pueden tener como consecuencia la dificultad para concebir.

Antes de someter a una mujer (o pareja) a un tratamiento para la “fertilidad”, será necesario evaluar estas enfermedades para poder tratarlas específicamente primero. “

El problema es que existen muchos centros de fertilidad que se van directamente a tratar la infertilidad como enfermedad, dando medicamentos (muchas veces innecesarios) sin haber evaluado muchos posibles problemas que causan infertilidad como los antes mencionados.”

 

Ve el video en mi canal de youtube : https://youtu.be/9OLEK0NLPDg