El incremento de lípidos es fisiológico durante el embarazo y en su mayor parte se deben a variaciones hormonales. Este aumento aporta a la madre una fuente energética valiosa, tanto para el mantenimiento de su metabolismo basal, como para favorecer el desarrollo del bebé.

En los análisis del segundo trimestre es muy probable que veas cómo tus niveles de colesterol se han disparado y están en torno a 250. No te preocupes, es algo normal en las últimas semanas de embarazo y volverá a sus niveles habituales tras dar a luz. Los cambios hormonales y el aumento de sangre en el organismo provocan muchos cambios en tu cuerpo. Uno de ellos es el aumento del colesterol en sangre, que se hace visible a partir del segundo trimestre de embarazo. Al recoger los análisis del segundo trimestre y ver que tus niveles de colesterol están en torno a 250 mg/dl puede que te preocupes, pero tranquila, son niveles normales en mujeres embarazadas. El colesterol aumenta durante la gestación porque es imprescindible para el correcto desarrollo del bebé:

  • Ayuda a producir las membranas celulares, la vitamina D y los ácidos biliares

  • Es fundamental para las funciones neurológicas y la formación de recuerdos

  • Está presente en todas las células del cuerpo

  • Es necesario para fabricar todas las hormonas esteroides (glucocorticoides, mineralocorticoides, andrógenos, estrógenos y progestágenos).

Para cubrir las necesidades de colesterol del bebé que está en crecimiento la sangre se hace más espesa y necesita más colesterol. Por eso, sus niveles aumentan entre un 30 y un 50% durante la gestación. Los valores habituales en una embarazada van desde 150 en las primeras semanas de gestación hasta 300 mg/dl en las últimas semanas.

Sin embargo, más allá de 300mg/dl puede provocar problemas en el bebé, como parto prematuro, alteraciones en la placenta, preeclampsia si va unido a una tensión arterial alta, posibles lesiones en los vasos sanguíneos del feto o ateroesclerosis en el bebé. Por eso, el ginecólogo valorará tus niveles de colesterol y, si son muy elevados, te derivará al especialista correspondiente para control multidisciplinario.

También el colesterol bajo puede dar lugar a problemas, como bajo peso en el bebé o problemas de desarrollo y aprendizaje, lo que significa que no debes eliminar las grasas buenas de tu dieta, solo las malas (grasas saturadas), y consumir productos con grasas saludables como el aceite de oliva, los pescados azules, los frutos secos o los aguacates.

Pasada la cuarentena te realizarán una revisión para ver si todos tus niveles han vuelto a su normalidad, incluido el colesterol. Lo normal es que así sea, pero, si sigues teniendo el colesterol alto, debes introducir cambios en tu dieta e incluso tomar medicina si es necesario ya que el colesterol alto fuera del embarazo puede causar enfermedades cardiovasculares, por lo que se debe controlar.